Qué tal, México. Venía de una semana pesada y quería distraerme; lo vi en un anuncio dentro de una app de noticias y me dio curiosidad. Arranqué con una regla: si pierdo dos veces seguidas, descanso, nada de perseguir pérdidas. Justo a la mitad del rato entré a mustang casino y me quedé porque el menú no es un laberinto y el saldo se entiende sin hacer cuentas raras. Hubo una racha mala, luego un bono me dejó en positivo. Y sí, terminé riéndome solo en la sala, que era justo lo que buscaba.
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